Redacción Noticias 15 julio, 2019

Por Daniel Bregua (Colaborador). No falla. Simplemente hay que dejarlos hablar y en un segundo todo queda claro. En este caso, el Dr. Pereyro declaró en una radio local en torno a su propuesta para recomponer el salario de los trabajadores municipales. Su respuesta fue, entre otras frases vacías de contenido, «modificar el escalafón», como si ello de por sí, produjese mágicamente el dinero necesario para abonar los magros sueldos que hoy se pagan. Esto mismo hizo el actual intendente Germán Di Césare hace casi tres años con resultados desastrosos: 

1) «Acható» la pirámide e hizo trizas el desempeño laboral, los méritos individuales y los derechos adquiridos. Lo que sucedió es que los agentes con menor rango “ascendieron a dedo» y se acercaron en su haber, que siguió siendo magro e insuficiente, a los otros, incluso a los jefes de área, haciendo que la diferencia en pesos entre lo que cobra uno y el otro se reduzca, empobreciéndolos a todos. 

2) Al hacerlo no solicitó permiso al gobierno de la Provincia de Bs. As, quién debe autorizarlo a través de la Asesoría General y de Gobierno, haciendo que durante casi un año los agentes municipales jubilados se vieran impedidos de cobrar los aumentos dispuestos por el ejecutivo municipal durante el período mencionado. Para que tengan una idea, en esa época, los haberes jubilatorios oscilaban entre los 1500 y los 3500 pesos y fue la época de los tarifazos e incremento del índice inflacionario. Esta situación la denuncié ante toda autoridad posible y con la ayuda de la concejal Viviana Farías, llegamos hasta el propio presidente del IPS para destrabar la situación. 

De solo escucharlo al Dr. Pereyro, se me eriza la piel.

No hay soluciones mágicas en torno al empleo municipal. Lo que hay que hacer es un estudio serio y profundo de todas las variables que son inherentes al empleo en la comuna. Obviamente, nadie en campaña mencionará la posibilidad de desprenderse de aquellos que no reúnen los requisitos para desempeñarse en sus tareas. Tampoco, ningún candidato menciona la reducción de la planta política y mucho menos, que medidas piensan tomar para achicar los gastos de funcionamiento (alquileres de locales, cierre de áreas municipales que pueden ser absorbidas por otras, etc.) 

Para poder pagar sueldos acordes a la importancia de la tarea asignada, hay que aumentar la recaudación sin asfixiar al contribuyente, (nadie tiene peregrina idea de esto) ser eficiente en la administración de los recursos y promover la instalación y desarrollo del empleo privado para que la comuna no resulte una agencia de empleo en la que todos trabajan por lo mismo o menos que un plan del estado o una Pensión No Contributiva. 

No se trata de modificar escalafones para que un ingresante gane poco menos que un jefe o un médico. Se trata de saber de lo que se habla, tener claro cómo se implementan las soluciones y no pasearse por los medios como un curandero, curando por palabra o imposición de manos. 

La preocupante situación en la que nos dejan 16 años de «cambiar la página de la historia», amerita la máxima responsabilidad e idoneidad, ante el desafío de la hora.