ARGENTINA DERROTÓ A PAÍSES BAJOS EN DEFINICIÓN POR PENALES
Con goles de Nahuel Molina y Lionel Messi, Argentina le ganaba a Países Bajos 2 a 0 y todo se encaminaba al festejo. Un partido tal y como se esperaba: muy táctico, con marca en zona y escalonada dispuesta por Van Gaal presionando y ahogando al equipo argentino para que nunca pudiera ejercer la tenencia cómoda y generar espacios. Messi tenía siempre un círculo de cuatro camisetas naranjas a su alrededor apenas recibía el balón.
Hasta que Nahuel Molina escaló por la derecha, descargó en pared y llegó al área para definir como delantero pegándole con tres dedos ante la salida del arquero.
El partido, sin embargo, no se abrió. La marca asfixiante y la presión de Países Bajos no disminuyó ni salieron a buscarlo en forma decidida.
En el segundo tiempo, otra escalada de ese enorme y poco reconocido jugador que es el «Huevo» Acuña llegando hasta el fondo, provoca el penal que «Lío» transforma en gol y a partir de allí, creíamos que todo estaba dado para liquidarlo de contra manejando los tiempos.
Pero el «viejo zorro» de Van Gaal movió las fichas metiendo dos torres para buscarlo por arriba a falta de fútbol (Depay no la tocó y a Dumfries, Acuña se lo desayunó en dos pancitos) y justamente por la banda derecha ya sin el jugador del Sevilla clausurando el sector, (había entrado Tagliafico) a los 83′ un centro al corazón del área encontró a Weghorst cabeceando para dejar sin chances a Emiliano Martínez.
Las protestas de los jugadores argentinos ante los errores del árbitro y sus numerosos fallos discutibles, el cansancio y los nervios del equipo y los cambios de Scaloni con el 2 – 0 arriba muy discutibles (Tagliafico y Pezzella para una defensa que ya jugaba con Cuti Romero, Otamendi y Lisandro Martínez) dejaron al equipo partido y sin marca en el medio y luego de sufrir con un tiro libre al borde del área, otro fallo discutible con el adicional cumplido, hace que Países Bajos tenga casi un «penal con barrera» que aprovecharon con una jugada de laboratorio que sorprendió a todos en el estadio por el momento y la ubicación del tiro libre, habilitando en toque suave nuevamente a Whegorst que definió ante la salida del «Dibu». Tremendo golpe para un equipo extenuado, con cambios para defender y un suplementario por delante.
Se repuso Argentina. Jugó un segundo tiempo suplementario notable y mereció ganarlo allí con algunas de las chances que tuvo Lautaro Martínez o ese tiro en el palo en el final de Enzo Fernández.
Llegó la tanda de penales entonces y apareció como en la Copa América, el «Dibu» para atajar los dos primeros penales y poner a la Argentina en semis. Messi, Montiel, Paredes y Lautaro en el último, convirtieron mientras que Enzo Fernández lo tiró afuera.
Fue un partido espectacular. Se sufrió demasiado, pero una vez más, el equipo se sobrepuso a un momento muy difícil y sacó fuerzas y fútbol de donde ya casi no tenía. Lo ganó con el corazón en la mano.
