Redacción Noticias 14 agosto, 2019

La madre de la derrota en las PASO de agosto, fue la mesa chica del gobierno de María Eugenia Vidal, poca cintura a la hora de negociar y mucha soberbia a la hora de considerar.

La Gobernadora supo abrir varios frentes de conflicto, y todos con salidas viables dentro de una negociación adulta y sin enfrentamientos. Cruzó lanzas con los docentes, con los bancarios de la Provincia, y con las fuerzas de seguridad, y aquí me detengo, no fueron motivos de enfrentamientos los sucesivos recambios y bajas de la cúpula o subalternos, por corrupción, sino por fallar al compromiso de sueldos dignos que acompañen la inflación y ajustes en servicios, algo tan elemental como una remuneración acorde al compromiso solicitado, cada vez que se refería a las fuerzas de seguridad de la provincia. Y no me olvido del cuarto frente de conflicto, con su propia tropa, aquellos que hicieron posible que ganara el Pro en las elecciones de 2015, cuando Macri y Vidal no superaban el 6 o 7 porciento en intención de voto, no se cansó de ningunear y destratar a los propios, durante todo su gobierno, directa o indirectamente a través de sus representantes y armadores en los distritos de provincia, llámese Owen o Alex, dos versiones de un mismo producto, que fueron premiados con un primer lugar en las listas de diputados y senadores de la provincia de Buenos Aires, respectivamente. Casi como sabiendo que el resultado de las PASO les sería adverso, cosa de locos, No?

Y claro, no va a faltar algún iluminado que sostenga que con el diario del lunes, cualquiera hace un editorial en este sentido, pero se equivocan, si buscan en el archivo de www.noticiascero.com.ar lo sostuve mucho antes de esta derrota y anuncie tales consecuencias, desde adentro era prácticamente imposible no verlo. Quise advertirlo, pero no tuve canal de diálogo, algo que impulsado por la maldita soberbia, me impidió llegar a buen puerto. 

Este escenario, promovido por Vidal y su entorno más íntimo, que augura, casi una derrota segura dentro de 75 días, obligó de apuro, a tomar medidas para la clase media….y lo demás?, quedará en el arcón de María Eugenia.