Estamos atravesando la peor de las crisis, en términos políticos, sociales y económicos. Confluyen tres de las variables que más preocupan a la sociedad Argentina, que increíblemente son potenciadas en cada acto de gobierno, que nada tienen que ver con las necesidades de la gente, muy por el contrario, las prioridades son las que cada una de las patas de esta mesa de gobierno representan, La Campora, los movimientos sociales, el ministro Massa, Cristina Kirchner y El Presidente Alberto Fernández, todos hablan idiomas diferentes.
En algo coinciden, y es en dar la interpretación, equivocada o no, de cada echo que produce la justicia, con quienes mantienen un enfrentamiento.
La Suprema Corte de Justicia suspendió las elecciones a Gobernador y Vice de San Juan y Tucumán, por la sola razón de evitar una reelección, que por constitución Provincial, en cada caso, Uñac y Manzur, no está contemplada; este abuso, desoyendo a la Carta Magna Provincial, inhabilitado por el máximo tribunal, desató un sin número de versiones e interpretaciones, donde todos confluyeron en que: “la corte Macrista, puesta por decreto, le responde a él”, la última de las tres oportunidades que hizo uso de la Cadena Nacional, el presidente Fernández fue por esta prohibición. Tenemos que decir, que, la Corte está para esto, para poner límites, evitar abusos y tratar de que se corrija lo que los pícaros quieren hacer, recordemos que él Presidente sostuvo que, “el país de los pícaros se terminó.” Además los dos miembros cuestionados, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrants ambos tienen acuerdo del Senado, y Rosatti fue Ministro de Néstor Kirchner, hombre de confianza también de Cristina.
Este episodio sumó a integrantes del gobierno y simpatizantes, entre ellos los administradores de pobres, a criticar duramente a los miembros de la corte, pero, a pesar de eso, los involucrados en un acto de reconocimiento al intento de burlar las respectivas constituciones provinciales, bajaron las candidaturas para que habiliten a votar a los Tucumanos y Sanjuaninos.
