El fin de semana conocimos la mala noticia, los tribunales internacionales fallaron en contra de la Argentina, por un caso de mala praxis del gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner, al momento de estatizar la petrolera YPF, durante el año 2012.
Durante esos días el populismo Kirchnerista estaba mostrando un alto nivel de agotamiento, y empezaba a transitar una desaprobación dentro de los propios, en un claro acto por recuperar la centralidad y la iniciativa, Cristina Fernandez de Kirchner, envía al Congreso de la Nación, un proyecto de ley para estatizar la petrolera, esta que era “su ley”, fue denominada “Ley de la soberanía Hidrocarburifera de la República Argentina”, y fue aprobada por el arco oficialista con amigos de la oposición.
En esa oportunidad, el Ministro de Economía, Axel Kichilof explicó lo que sería una verdadera oportunidad de negocio para la Argentina. Claro que omitió contar que nos íbamos a apartar de la Constitución Nacional y el estatuto de YPF, la empresa a estatizar.
La Constitución Argentina sostiene que para expropiar, estatizar, primero se paga y luego se procede, y por otro lado los estatutos hablan de realizar una oferta por el paquete accionario a recuperar, ninguna de las dos se respetó.
Sobre estas consideraciones el Ministro Axel Kichilof dijo que: “sería estupido cumplir con la ley de la propia YPF o respetar sus estatutos”.
Bien, desatender estas cuestiones nos llevó a perder hasta hoy, y solo por el fallo judicial del tribunal Neoyorkino, la cifra de 16.000.- millones de dólares, que es lo que tenemos que pagar los Argentinos, o sea 350.- dólares cada uno de nosotros.
Por otro lado está el proceso de estatización de YPF, como se llevó a cabo por los cráneos del gobierno. Una mañana fue a la empresa YPF, quien había sido nombrado Interventor Normalizador, en compañía de personal de apoyo, Patovicas, y no dejaron entrar a los Ceos de la empresa, de esta manera el Gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner tomó el control de la Petrolera.
A todo esto un montón de Argentinos y seguidores fanáticos no dejaban de aplaudir, mientras otros sabíamos que esta maniobra nos costaría muy cara al conjunto de los Argentinos, lo que finalmente terminó ocurriendo.
