Hay movidas muy obvias y predecibles, que vienen atadas a viejas relaciones políticas o familiares, que, para los flojos, resulta imposible sortear.
Recientemente hubieron algunos cruces que calientan la interna de la coalición opositora y preocupa, a muchos, por el futuro, de lo que sería, un duelo de Titanes, que para mí no lo es; y calientan la política del 2022, año que es signado para establecer candidaturas de cara al 2023.
Los caprichos de Larreta que vuelve inalterables sus pensamientos, “Tenemos que profundizar este camino y seguir creciendo sobre la base de la amplitud y la pluralidad, para ser una coalición cada ves más sólida. Necesitamos una verdadera coalición de gobierno que esté unida, fortalecida, que haya trabajado en conjunto los planes de gobierno.”
Y volviendo al primer párrafo de esta nota, es tan obvio y predecible que en esa gran amplitud que demanda el Pelado, está la intención de sumar al Frente Renovador, y a su jefe Sergio Massa, a quien, cada ves que tiene oportunidad, reconoce que: “es mi amigo personal, con quien comparto charlas y reuniones familiares desde hace mucho tiempo….” ; esta situación hizo que la jefa de la Coalición Cívica, Lilita Carrio, expresara el mal humor que le provoca, asegurando que: “me espanta el vínculo de Horacio Rodríguez Larreta con Sergio Massa….”
Episodio que también provocó que el Jefe del PRO, Mauricio Macri, agregara que: “muchos Curas quieren ser Papa, pero van a tener que competir. Es enorme la diferencia entre gobernar la CABA y la complejidad del Estado Nacional.” Terminó diciendo…
Queda alguna duda que Macri quiere ser candidato en el 2023…?
Además, Mauricio Macri, levantó la apuesta con una arriesgada frase, en caso de volver al poder sosteniendo que: “no hay lugar para el gradualismo…”, algo que lo coloca, en términos económicos y con alto contenido social, en un rumbo que difiere 180 grados, respecto de su Primer Tiempo, parafraseando el título de su libro.
Las cartas están en la mesa, a jugar se ha dicho….!
