Redacción Noticias 14 julio, 2023

Mucho antes que yo naciera, mi abuelo materno tenía un pequeño campo en la localidad de Duggan a casi 130 Km. de la ciudad de Buenos Aires, casi todos los fines de semana, con su mujer, sus dos pequeños hijos y algunas provisiones, montaban en un enorme Hudson Commodore amarillo, sin olvidar poner en el baúl una jaula con palomas. En el barrio de floresta en Buenos Aires, quedaban al cuidado de la casa, las mayores de la familia, su suegra y la hermana mayor de ella, quienes aguardaban atentas la llegada de la primera paloma. En el palomar de mi abuelo comenzada la tarde, llegaba la primera, la de siempre, la más esperada, la que llevaba en su anillito el tranquilizador mensaje “Llegamos bien”. Sin dudas esa historia familiar, provocó en mí, cariño por esas nobles aves. De un tiempo a esta parte la política y principalmente la oposición decidió abrir una nueva grieta dentro de la grieta y dividió de alguna forma a sus participantes entre Halcones y Palomas, esta denominación es la que usan desde hace mucho tiempo, los miembros o candidatos a miembros de la Junta de Gobernadores de La Reserva Federal Norteamericana y refiere básicamente a una actitud de acción en el ámbito estrictamente económico. Izquierda, derecha, liberalismo, socialismo, conservadurismo, populismo, etc. no dejan de ser expresiones metafóricas pero las metáforas no son solo artificios retóricos sino poderosos sistemas de pensamiento que afectan el modo en el que percibimos las cosas e inclusive actuamos. Nos generan imágenes de lo bueno o lo malo a partir de preconceptos que tenemos social o culturalmente incorporados. En el caso del adjetivo “animal” Halcón o Paloma nos refiere a características concretas a virtudes o defectos más claros o visibles. La Paloma nos indica, mesura, prudencia, equilibrio, acuerdo; pero también tibieza, debilidad, duda, ingenuidad. Por su lado el Halcón es fuerza, coraje, valentía, convicción; pero también dureza, impulsividad, arbitrariedad, rigidez… Claro está que no vamos a encontrar en los extremos la solución a nada, pero sin duda la profundidad del cambio que La Argentina requiere pide a gritos características emparentadas más con las aves rapaces, al menos en esta etapa. La oferta electoral en General Alvarado, no nos muestra a priori a que tipo de ave vamos a acompañar en el vuelo, esperemos que la campaña nos clarifique algo. Esperemos poder optar, porque también necesitamos un cambio profundo y con coraje, no vaya a ser cosa que nos transformemos en un gran palomar de los que ya no se usan ni para llevar mensajes. S.J. Masson